Según un estudio de la Universidad de Darmouth (Estados Unidos), una simple enganchada de espaldas puede hacer que ganes unos cuántos kilos. Alrededor del 14% de las personas que se lesionan la espalda acaban engordándose bastante (el 7% de su peso corporal o más) en el transcurso del siguiente año. Esto suele pasar porque, en una situación como esta, solo necesitar mucha proteína (alrededor de 30 gramos por cada ingesta) para ayudar a los tejidos a sanar y a regenerarse. La recomendación que se hace, es procurar de ingerir también 10 gramos de fibra a cada comida para sentirte saciado y así no piques entre horas mientras estás convaleciente a la cama por el dolor.